Síntesis histórica del municipio de La Palma

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 Esta regiòn del nororiente del occidente de la isla tiene sus antecedentes màs lejanos en el hecho de la existencia de aborígenes, con un nivel bastante extensivo y extendido, ya que se han localizado evidencias arqueológicas en puntos diferentes y abarcadores de todas las zonas del territorio. Hasta el momento, el número de sitios aborígenes ubicados se eleva a 69. 

Para 1774 con la creaciòn de Nueva Filipinas se crea el termino municipal de Consolaciòn del Norte dividiendo asì el partido de Consolaciòn en dos demarcaciones ecleciasticas.

Los límites del Territorio Municipal de Consolación del Norte con su cabecera en La Palma quedaron fijados entonces entre los Río “Caimito”, por el Este y “La Jagua” por el Oste.

En la etapa colonial el cultivo del tabaco alcanzò gran importancia entre 1825 y 1847. La agricultura tabacalera fue reemplazando la mentalidad ganadera y creando nuevos espacios urbanos.

La llama de a independencia llega hasta la regiòn. Este movimiento emancipador cubano de la primera guerra de independencia en 1868, es un hecho histórico con demasiada importancia para no influir, de un modo u otro, sobre todas las regiones del país; solo que no en todas las zonas inciden por igual. En el caso de Consolación del Norte, esta incidencia no llega a transformarse en hechos trascendentales de guerra, que pudieran marcar determinantes en el devenir histórico local, o que puedan constituir puntos referenciales en la región.

No obstante el ideario independentista tiene sus seguidores, que de alguna manera actúan en consecuencia, y ocurren operaciones militares españolas en el territorio, así como algunas detenciones, juicios y embargos de bienes por infidencia.

En la contienda del 95 es trascendente el hecho de armas del asalto a La Palma por Antonio Maceo. Este acontecimiento marcò una derrota para las armas mambisas y una experiencia de la cual el cronista de la guerra Josè Mirò Argenter escribiera

“… El ataque a La Palma fue para nosotros una derrota completa. La jefatura del Ejército Español no se dio cuenta exacta del episodio… como ningún jefe de alta graduación acudió en auxilio de La Palma, no hubo himnos de gloria para aquellos bravos defensores que tanta mella hicieron en las filas insurrectas…”

Etapa neocolonial.

La etapa republicana marcò a una regiòn signada por el atrazo econòmico y el latifundio. El sentimiento popular, era unánime después de 1929 el rechazo de la dictadura de Gerardo Machado, la expresión más alta de oposición al machadato lo constituyó Liberato Domingo Azcuy.

Liberato D. Azcuy es “electo” alcalde del pueblo de La Palma en 1926, fue un candidato que gozó del respaldo popular, maestro vinculado a las ideas políticas de José A. Cruz, quien lo llevó por el Partido Conservador a las elecciones.

Conocida la antipopular política de Machado, Liberato se opone a la prórroga de poderes decretada por el Presidente de la república, a pesar de que la medida le permitía seguir por cuatro años más en el cargo de alcalde.

En un Boletín que apareciera a nombre del gobernador provincial, después del asesinato de Liberato, esta cuestión quedó clara al expresar… en las elecciones de 1926 autoricé designarse al candidato a la alcaldía y actuó después de manera decisiva para producir su triunfo. Esta realidad de comprometimiento frenaba un tanto al señor Azcuy, de hacer cualquier declaración precipitada que lo enfrentara definitivamente contra aquellos que en determinado momento le habían “tendido su mano”… pero el descrédito que desde todo el punto de vista se había producido es su filiación, por cierto incompatible con el honor y la vergüenza de cualquier hombre honesto, lo llevaron a militar en una de las organizaciones opositoras al régimen: La Asociación Unión Nacionalista, que aspiraba al derrocamiento del gobierno, mediante la lucha armada, para entonces había sido suspendido de su cargo de alcalde por orden del presidente de la república.

De su nueva afiliación y cambio de conducta, dio cuenta personal al gobernador provincial, que al decir de este último Liberato le expresó; que su decisión obedece a un gesto de afecto personal con el Comandante Cruz . Estas consideraciones a todas luces simplistas, no se corresponden con la valiente y revolucionaria actitud del hombre que hipotecó sus fincas y entregó el dinero a la justa causa de la revolución del treinta; por su puesto tales aseveraciones fueron hechas después de la muerte de Liberato, lo que sí parece imposible, y carece de todo crédito es que alguien por meras simpatías soporte el rigor de numerosas prisiones como “El Príncipe” o “Isla de Pinos”, valientemente como lo supo hacer el humilde maestro. En ese lugar conoció y estableció amistad con Pablo de la Torriente Brau y Raúl Roc

El Movimiento 26 de Julio.

 

En marzo de 1957 en casa de Jesús Trujillo en el barrio la Jagua se creó el núcleo básico del movimiento 26 de julio. Su dirección quedó en las manos de los compañeros:

La primera célula de la organización la creó en La Palma Arsenio Miranda Martínez en marzo de 1957 quien fue a su vez coordinador del movimiento hasta su incorporación en 1958 a la lucha armada. A partir de entonces esta responsabilidad recayó en el compañero Custodio González. Una vez creada la primera célula crece aceleradamente el número de miembros.

 

Ya a partir de la década de 1950 se da un incremento de las acciones del Movimiento Revolucionario; el 19 de junio de 1953 se produjo un paso en las labores del Central por el reclamo del pago de la superproducción azucarera: indemnización que se fijó a los sacos de 250 libras de azúcar, el otro paro tener lugar el día 27 de diciembre de 1955 por orientaciones de la FNTA al decir de los detenidos Eugenio Pérez Milián y Basilio Costa Pedroso.

Entre 1952 y 1958 se produjeron por lo menos un total de 23 incendios en cañaverales, casas de curas de tabaco, escuelas y otros establecimientos.

Ya en 1958 el incremento de las acciones de sabotaje habían alcanzado un nivel tan alto que el 75 % de los cañaverales fueron incendiados y se planeaba detener dicha industria como parte de la huelga del 9 de abril, para ello se proyectaba la instalación de dos cartuchos en la bomba del Central, acción que realizaría Mario Figueroa y que por sugerencias del compañero Alfredo Zamora no se llevó a efecto, pues este le comunicó a Mario que mandaría a romper un techo y se lograría el mismo objetivo que era parar el central y en efecto así ocurrió, de esta forma los obreros industriales del Niágara se sumaron al llamado revolucionario de huelga como parte del apoyo que se le brindaría a la lucha en las montañas, pero además con ese propósito se recaudaba dinero para la guerrilla, y se les enviaban víveres y mercancías.

Frente Guerrillero de Pinar del Rìo

Los primeros alzamientos guerrilleros comenzaron a partir del 26 de julio de 1958, fecha en que se creó el frente guerrillero de la Cordillera de los Órganos, por el Comandante Dermidio Escalona, en la zona de san Andrés. El fuerte fragor de la lucha y el constante accionar de sus miembros, los iba convirtiendo en verdaderos sospechosos con la única opción de engrosar la guerrilla en el monte.

Ya el frente constaba con el avituallamiento necesario para su desarrollo y con las principales figuras de dirección, sin embargo era imprescindible el factor más importante, los hombres que empuñarían las armas y que harían revolución en la zona. El primer paso en este sentido se dio de inmediato con la movilización de una célula clandestina en La Palma y otra en el Central Sanguily, tarea esta que estuvo a cargo del compañero Custodio González, jefe de acción y sabotaje del movimiento en este territorio. De esta forma se subieron distintos grupos a la Sierra, incluso el compañero Custodio González envió grupos provenientes de Pinar del Río desde la Cueva de los Portales. Para ellos se valió de los guías y prácticos, que por el conocimiento que poseían del terreno eran capaces de acometer esa labor sin dificultad.

Los sucesos del 8 de diciembre de 1958, en La Palma.

 

En medio del desespero y la importancia, los medios represivos de la tiranía recurren a los métodos más salvajes y cobardes para tratar de detener el auge del Movimiento revolucionario. Su puesta en práctica, lejos de apaciguar la acción de las masas, la acrecentó. En este empeño renovador, La Palma también donó su cuota de sangre.

El 8 de diciembre de 1958, en la máquina de Aserrío, de Flores Cruz Caballero, en Margajitas se encontraban reunidos Luís González Pardo, Otto Barroso, Paulo Fernández y “Pitute”, todos con el objetivo de alzarse y ponerse bajo las órdenes del Comandante Dermidio Escalona, por coincidencia llegaron en ese momento el sargento Rodríguez y un soldado de la tiranía, este último reconoce a “Pitute” y los detienen, los montan en el jeep pero no los registran y Otto barroso, que llevaba un revólver escondido, dispara sobre el sargento hiriéndolo en un hombro, todos se lanzan del auto, Otto es el último, por lo que al huir lo hieren. Se extravió y es ayudado por un campesino de la zona y miembro del Movimiento 26 de julio.

Los militares dan parte al regimiento de Pinar del Río y comienzan las detenciones de todos los sospechosos:

Joaquín Pérez, fue apresado en su propia casa de la calle Martí. Ambrosio Cruz caballero fue capturado cuando se traslada de su casa, desde Margajitas hasta San Vicente en el jeep, a casa de su hermano, Francisco Cruz Caballero y Ángel Ramírez cuando llegaban al caserío en su camión, aquí fueron apresados por los batistianos que se encontraban en el lugar y lo habían incendiado. Leoncio Sánchez es detenido en la casa de su hermano por la guardia rural, Pedro Zamora es capturado en su casa y Sergio Dopico, en La Palma después del incidente. Todos el día 8 de diciembre de 1958, fecha en que se produce en el cuartel de esa localidad, el abominable crimen de asesinato contra estos siete nobles y jóvenes revolucionarios.

Otto Barroso fue atendido en sus primeros auxilios por combatientes de la clandestinidad de la zona, y decide regresar a La Habana tomando un ómnibus por Bahía Honda, y en un registro que se produce en el cuartel de las Pozas es detenido. El día 20 de diciembre por orden del capitán Leovigildo Iturriaga, lo sacan del cuartel, el sargento Recaño acompañado por los soldados Julio Fernández, Aurelio Valdez y José Esperón lo conducen al aserrío donde se había producido días antes el encuentro. Amarrado y enfermo lo asesinan fríamente.

Otros casos de abusos y atropellos físicos también cometidos contra Mario Figueroa, Alberto Azcuy y Manuel Cordoví. Estos compañeros después de ser encarcelados tuvieron que soportar vejámenes y agresiones que iban contra su integridad física.

La victoria revolucinaria de enero del 59 irrumpiò en La Palma el propio día 2 de enero de 1959, se consolidaba la victoria revolucionaria. E la entrada del Ejército rebelde, se rindieron todas las instituciones políticas y jurídicas del territorio. El ayuntamiento y cuarteles sin ofrecer la más mínima resistencia, se entregaban las nuevas autoridades.

Transformaciones socio-culturales ocurridas en La Palma durante 1961 y 1975.

 

El 28 de enero de 1967 con la presencia del Comandante en Jefe Fidel Castro, fue inaugurado el pueblo de San Andrés de Caiguanabo. Ese día también se proclama la creación en esa zona del primer plan de desarrollo integral del país, de los tres planes pilotos que se llevaban a cabo por la revolución, este plan de desarrollo integral siguió tres líneas fundamentales en su desarrollo. En primer lugar, el plan de siembra de café en el área de producción estatal, en segundo lugar, la construcción de círculos infantiles para la población preescolar y la construcción de internados para la población escolar y por último, el plan de desarrollo de los pequeños productores.

Para los pobladores del valle, la inauguración de estas obras se revistió en beneficio social para sus habitantes. Todo ello significaba empleo para cientos y miles de estos hombres y mujeres, educación para sus hijos y bienestar en sentido general. Aquel 28 de enero fueron inauguradas 22 obras sociales, que no existían en San Andrés al triunfo de la Revolución, transfigurándose toda la vida e imagen de la zona antaña olvidada e incomunicada, que sufrió en carne de sus habitantes el rigor del capitalismo, con sus secuelas de abusos y ausencia total de los más elementales derechos para la vida de sus pobladores.

En uno de los fragmentos del discurso de Fidel en la noche de aquel 28 de enero expresó:

“…Triunfar en este valle significa triunfar en todos los campos de la patria…” .