Para los siglos XVI y XVII no puede hablarse de La Palma como territorio, porque en esas fechas ese nombre representa solo un corral de crianza, en igualdad de condiciones con otros muchos corrales y haciendas vecinas. No puede entonces pensarse para esta época en integración social u homogeneidad territorial.
A partir del siglo XVI, el poblamiento y la integración real de este lugar al engranaje colonial, se realiza mediante el proceso de mercedaciones y fue el ganado mayor y menor el primer renglón económico de esta región.
La mercedación más antigua fue la de Caiguanabo, que data de 17 de agosto de 1571, A Jerónimo de Avellaneda o (Jerónimo Rojas de Avellaneda). Y que daría también las famosas “Sabanas Nuevas” a Pedro Menéndez de Avilés.
Esto permite saber que por lo menos hasta 1570 no hubo penetración española al interior de la cordillera, para la zona sur del actual municipio
A partir de los finales del siglo XVII la atención eclesiástica en esta región se efectúa desde la iglesia auxiliar de la Purísima Concepción de la Chorrera primer asentamiento poblacional del cual se tiene conocimiento, situada en la hacienda de ese nombre y, por mucho tiempo, centro gravitacional o cabecera del Partido de Consolación el Norte.
Comienza a dividirse en dos el Partido inicial de Consolación cosa que es oficializada desde el punto de vista civil con la creación de la nueva Filipinas en 1774, aunque de hecho ya estaba dividido en Consolación del Sur y Consolación del Norte; por un problema práctico de necesidad eclesiástica.
La creación del Término Municipal de Consolación del Norte tiene su origen (siguiendo la disposición de crear estos Términos Municipales que llevó a cabo el Gobierno Colonial) en la petición que hacen varios vecinos del pueblo de La Palma.